Bueno, entonces comenzamos con la profecía del tiempo general, la que establece el marco para el tiempo profético. Encontramos esta profecía en Daniel 8,14 donde dice: Y él me dijo: Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado.
2300 tardes y mañanas son el tiempo en que el santuario y el ejército será entregado para ser pisoteado. Aquí el santuario es el templo celestial, y el ejército es el pueblo fiel de Dios. El tiempo aquí debe leerse de los contemporáneos de Daniel, pero la profecía no indica el comienzo de cuándo el santuario y el ejército serán pisoteados. Por otro lado, la profecía nos da una hora de inicio clara para cuándo comenzará la purificación del santuario y el ejército, que es al final de las 2300 tardes y mañanas. Este hora también define el fin del tiempo profético y el comienzo del tiempo del fin en el sentido más amplio, y puede cronometrarse con tanta precisión como una fecha específica.
Este es un asunto de dos partes. En primero lugar, se trata de limpiar todo pecado que el pueblo fiel de Dios ha confesado a lo largo del tiempo y por cual ha pedido perdón durante los tiempos, a travez a) todos los sacrificios de animales que hicieron en los tiempos del Antiguo Testamento para el perdón de los pecados, y b) todas las oraciones orado al Padre en el nombre de Jesús en los tiempos del Nuevo Testamento por el perdón de los pecados que han sido confesados. Todos estos pecados hechos conocidos a travez de sacrificios y oraciones contaminan el templo celestial, y el modelo aquí es el servicio en el templo del Antiguo Testamento. En segundo lugar, se trata de limpiar el santuario mismo en el cielo de todos los pecados que han contaminado el cielo, y luego, finalmente, colocar todos los pecados conocidos donde por derecho pertenecen, sobre el originador del pecado – Satanás. Volveré a esto más adelante.
Esta profecía es parte de la segunda gran visión de Daniel, que comienza con Medo-Persia y, por lo tanto, establece un punto de partida aproximado para la profecía. La profecía se dio en el año 547 a. C. mientras que Babilonia todavía existía, pero se aplica a un año específico que se encuentra dentro del dominio Medo-Persa, entre los años 539 y 331 AC. Por lo tanto, la hora de inicio puede ser cualquier año que esté dentro de los 208 años de existencia de Medo-Persia. Pero Dios, que es un Dios de orden, no permite que ocurran coincidencias en las profecías, por lo que debemos buscar un tiempo de inicio exacta. Queremos saber cuándo comienzan y cuándo terminan las cosas porque puede ser crucial para nosotros en nuestra vida cristiana hoy.
Primero a la expresión tarde y mañana. Muchos creen que porque dice 2300 tardes y mañanas, esto significa que duplicaremos el número de días mencionado, por lo que serán 4600 días. Pero, ¿es esto de acuerdo con la forma en que la Biblia misma usa este término? Si vamos a la creación en Génesis capítulo 1, encontramos lo siguiente en el versículo 5; 8; 13; 19; 23 y 31 … fue la tarde y la mañana… //… un día, el día segundo etc. hasta el sexto día. Como vemos, el día comienza al atardecer y dura hasta el próximo atardecer. ¿Por qué puede tarde y mañana significar algo más que un día cuando está escrito en el libro de Daniel?
También hay quienes que afirman que cuando se mencionan las tardes antes de las mañanas, es porque la noche se contaba al día anterior. No es correcto que la noche se contaba al día anterior, pero el día siguiente se contaba a la noche anterior. En cualquier caso, al menos han dejado claro que la tarde y la mañana describen un día. La tarde y la mañana es una forma común de describir un día en la Biblia. Por lo tanto, podemos rechazar la teoría que dice que deberíamos duplicar el número de días. El problema es más bien cómo debemos entender este período de tiempo y cuánto dura este período. ¿Son días literales? Entonces serán 6 años y 140 días. Debemos recordar que el año se contaba como 360 días y el mes como 30 días en el tiempo de Daniel. ¿O quizás es otra cosa? Esto es un período de tiempo que abarca el período de tiempo más largo, desde el tiempo de Daniel hasta el comienzo de los tiempos del fin, y entendemos esto por lo que el ángel Gabriel le dice a Daniel en el versículo 17: … Comprende, hijo de hombre, porque la visión tiene que ver con el tiempo del fin (RV actualizada 1989). Por tanto, la visión se refiere al tiempo del fin y al tiempo en que el santuario y el ejército del versículo 13 debían ser purificados. Estimamos que el tiempo del fin comenzó al final de las dos mil trescientas tardes y mañanas.
Esta indicación de tiempo viene a través de una profecía, y las profecías en muchos casos debemos entender de la misma manera que las parábolas donde se usa un lenguaje pictórico, y no necesariamente debe tomarse literalmente. Ninguna de las profecías de tiempo que tenemos en la Biblia debe interpretarse como días o semanas literales, sino que debe interpretarse de acuerdo con el principio bíblico donde un día corresponde a un año, y que se llama el principio de año/día.
El principio de año/día:
Este antiguo principio judío de año/día ha sido utilizado por eruditos y teólogos durante más de 800 años.
– En 1190, Joaquín de Floris, Calabria, Italia usó el principio de año/día en tiempos proféticos.
– En el siglo XIII, varios eruditos y teólogos en Italia, España, Francia y Alemania siguieron a Joaquín de Floris y utilizaron el principio de año/día.
– En 1440, el teólogo católico romano Nicholas Crebs de Cusa declaró que se debe adoptar un año para cada día, según la revelación dada a Ezequiel, cuando se trata del tiempo profético.
La revelación que recibió Ezequiel la encontramos aquí:
4 Y tú, acuéstate sobre tu costado izquierdo y pon sobre él el pecado de la casa de Israel. Durante el número de días que estarás acostado así, cargarás con su pecado. 5 Yo te he asignado un número de días equivalente a los años del pecado de ellos: Durante 390 días cargarás con el pecado de la casa de Israel. 6 Y cumplidos éstos, te acostarás nuevamente sobre tu costado derecho, y cargarás con el pecado de la casa de Judá durante 40 días: Te he fijado un día por cada año. Ezequiel 4,4-6
Esto es lo mismo que le fue dado a conocer al terco Israel que tuvo que vagar 40 años en el desierto porque no confiaron en Dios y tomó posesión de Canaán cuando llegaron a las fronteras justo después del éxodo de Egipto: Conforme al número de los 40 días en que explorasteis la tierra, cargaréis con vuestras iniquidades durante 40 años: un año por cada día. Así conoceréis mi disgusto. Números 14,34.
Como vemos, Dios le dice a Ezequiel que cargará con los pecados del pueblo de Dios, tantos años como hayan pecado, tantos días cargará el profeta su culpa. Y Dios les dijo a Israel que cargaran sus iniquidades durante 40 años, un año por cada día. Esto confirma el principio de año/día de la profecía, donde un día profético corresponde a un año literal.
Todas las profecías de tiempo en Daniel y Apocalipsis dadas en forma de tardes y mañanas, meses, semanas o días deben entenderse de acuerdo con el principio de año/día, donde un día profético es un año literal. En cuanto a las 70 semanas, una semana consta de siete días, y 70 semanas es lo mismo que 490 días, y de acuerdo con el principio de año/día, esto se convierte en 490 años literales.
Este período, las 2300 tardes y mañanas, es, como he mencionado, la profecía de tiempo más larga en la Biblia y formar 2300 años literales. Esto es importante para nuestra comprensión del tiempo profético y del tiempo del fin, y esta profecía hace una distinción precisa entre estos dos períodos de tiempo. Por lo tanto, la profecía de los 2300 días debe ser la base para otras profecías de tiempo en el sentido de que las otras profecías de tiempo deben estar dentro del marco de las 2300 tardes y mañanas, y cumplirse antes de que lleguemos al tiempo del fin. El tiempo del fin debe entenderse como el tiempo que transcurre desde el fin del tiempo profético hasta el regreso de Jesús.
La profecía nos dice 1) lo que va a suceder y 2) quién está detrás de lo que está sucediendo. Pero aún no nos ha dicho la profecía cuándo comenzará o terminará este período. Eventualmente lo averiguaremos, pero en primer lugar, vamos a examinar lo que sucederá y quien esta detrás de lo que esta pasando.
Creo que Daniel 8,11-12 es fundamental para entender todo el período de las 2300 tardes y mañanas, porque aquí se cuenta lo que sucederá, 11 Aun contra el príncipe de la fortaleza se engrandeció, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. 12 Y el ejército fue le entregado a causa de la prevaricación sobre el continuo sacrificio: y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y sucediere prósperamente. Mientras que los versículos 13 y 14 nos dan tiempo para esto: 13 Entonces oí a un santo que hablaba, y otro de los santos preguntó al que hablaba: – ¿Hasta cuándo será sólo visión el sacrificio continuo y durará la rebelión desoladora, y serán pisoteados el santuario y el ejército? 14 Y él le respondió: – Hasta 2.300 tardes y mañanas. Luego el santuario será restaurado.
¿ Qué es lo que va a pasar?
Y echó por tierra la verdad.
Hemos declarado que es un poder mundial que quitará el sacrificio continuo y echará el santuario por tierra. ¿Cómo se puede hacer esto? y ¿cuál es el sacrificio continuo (diario)?
Lo que realmente sucede durante este período es que entra en la iglesia una forma alternativa de adoración. Está lejos de ser algo nuevo que haya una forma alternativa de adorar a Dios. Poco después de la creación leemos sobre dos formas de adoración, pero ahora esto va ganando terreno en la Iglesia de Dios.
Está escrito en Génesis 4,3-4 que Caín trajo del fruto de la tierra une ofrenda a Jehová, mientras que Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas. Dios había prescrito un animal, en realidad un cordero sin manchas, como ofrenda por el pecado porque el pecado no puede ser perdonado sin sangre. Dios miró favorablemente al sacrificio de Abel porque era una imagen de la muerte sacrificial de Jesús en la cruz, mientras que el sacrificio de Caín fue el resultado de lo que él mismo había cultivado. Podemos decir que Abel buscó humildemente la gracia y el perdón de Dios, no buscó justificarse a sí mismo, mientras que Caín, en cambio, trató de justificarse a si mosmo trayendo los frutos de su trabajo.
Esto significa que justo después de la creación, había dos formas diferentes de adorar a Dios: 1) como Dios ha prescrito y como lo siguió Abel, y que Seth llevó a cabo unos años más tarde (Génesis 4,26), y … 2) la forma en que el hombre elige adorar a Dios, como lo hizo Caín (Génesis 4,3).
Podemos llamar a esto 1) la línea de Seth = aquellos que hicieron la voluntad de Dios, y 2) la línea de Caín = aquellos que hicieron según su propia voluntad. Como dije, hoy tenemos lo mismo. Algunos adoran a Dios como ha de ser adorado, mientras que otros no son tan cuidadosos al respecto y lo hacen a su propia discreción. Es como si uno pudiera escuchar el eco del Jardín del Edén cuando la serpiente le hace a Eva la siguiente pregunta: ¿Conque Dios os ha dicho …? y en nuestro tiempo la serpiente agrega … ¿… que debe ser adorado de cierta manera?
Adorar a Dios como nos ha dicho, conduce a la justificación en Jesucristo, mientras que adorar de la manera que uno elige es tratar de justificarse por sus propias obras.
Al principio, el pueblo de Dios o la línea de Seth eran puros y no tenían participación de los malvados en sus filas, pero eso pronto cambió. En Génesis 6,2 leemos lo siguiente: Y viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran bellas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
Creo que este era el plan de Satanás cuando consiguió que Caín sacrificara lo que él mismo eligiera, y lo logró casi al 100% con sus tácticas. Primero, uno tenía que romper con la comunión con Dios, de modo que había dos grupos. Después de unos años cuando los hombres comenzaron a multiplicarse todavía había dos grupos, uno de los cuales era puro e hizo la voluntad de Dios, mientras que el otro vivía como les placía. Ahora Satanás está jugando su segunda carta, y por primera vez, el pueblo de Dios está siendo atacado desde adentro, porque los hijos de Dios, que son los hombres de la línea Set, se casan con las hijas de los hombres, que son las mujeres de la línea Caín.
Había, y todavía hay, solo dos grupos, 1) el pueblo de Dios y 2) los malvados,
1) son los que hacen la voluntad de Dios …
2) son los que hacen lo que les place …
… pero ahora Satanás ha dividido a los malvados en dos grupos,
2A) aquellos que influyen en el pueblo de Dios desde dentro, y ……
2B) aquellos que influyen en el pueblo de Dios desde fuera.
Entre otras cosas, esto es lo que ha hecho el cuerno pequeño en relación con lo que está escrito en la profecía; el echó por tierra la verdad … // … la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollados. Satanás ha estado tratando de aplastar al pueblo santo desde los días de Caín y Abel, y ha usado muchos métodos diferentes para lograrlo, pero Dios siempre ha mantenido un pequeño remanente.
¿Cuál es el tiempo de esta profecía cuando la verdad es echado por tierra, cuando comienza y cuando terminará?
En realidad, la verdad ha sido echado por tierra desde los días de Caín, pero dado que Daniel se preocupa por el futuro y por respeto a la profecía, tomamos como punto de partida lo que dice sobre el tiempo. ´2300 tardes y mañanas´ dice la profecía. Cuando este período comenzó y terminó, veremos más de cerca eventualmente.
El continuo sacrificio y la prevaricación desoladora.
Cuando Jesús murió en la cruz, abolió el servicio del templo, que incluía el sacerdocio y los sacrificios de animales. Estos sacrificios de animales eran tamid o trabajo permanente, un acto persistente y todavía en curso en los tiempos del Antiguo Testamento. Después de la muerte de Jesús, no tenemos que sacrificar animales por nuestros pecados, pero debemos ofrecer nuestras oraciones diarias o tamid. En Apocalipsis 8,3-4 vemos que nuestras oraciones son las que reposan sobre el altar junto con el incienso que el ángel coloca allí. Son nuestras oraciones diarias dirigidas a Dios el Padre en el nombre de Jesús que son nuestros tamid <sacrificio> en los tiempos del Nuevo Testamento. Cuando se quita el continuo sacrificio en Daniel 8,11.12.13; 11,31 y 12,11 entonces esto se refiere a la misma acción realizada por el mismo poder que establece la prevaricación asoladora, que representa al Imperio Romano – tanto la Roma militar-política como la religiosa-política.
Estos cinco versículos (Daniel 8,11.12.13; 11,31 y 12,1) se refieren sin excepción al Imperio Romano religioso-político, o el papado, que a través de su paganismo e idolatría hace que la gente ore y adore a las estatuas de María, a los santos, hasta reliquias y al Papa mismo. Es de esta manera que esta iglesia quita el diario tamid sacrificio, porque la iglesia impide que nuestras oraciones lleguen a Dios Padre.
A decir que el Imperio Romano denota ambas fases del continuo sacrificio podemos hacer por supuesto, pero decir que el continuo o diario es la forma pagana, y que la prevaricación asoladora es la forma religiosa, es algo buscado. El término la prevaricación asoladora puede referirse al Imperio Romano, tanto militar como religiosa. A decir que la Roma militar no es la prevaricación asoladora no armoniza con la realidad y no con lo que hizo la Roma militar. En cierto modo, la Roma militar-política, o la Roma pagana, realmente ponía la prevaricación asoladora cuando crucificaron a Jesús el Viernes Santo del año 31. Cuando se trata de la Roma religiosa, no es peor que la Roma militar en relación considerando la prevaricación asoladora, y la forma en que el religioso-político Roma lo hizo fue a través de la penitencia obligatoria.
La Roma militar obviamente ha jugado un papel significativo en relación al continuo sacrificio hasta el año 70 cuando el templo fue destruido y los soldados romanos sacrificaron cerdos en el lugar santo donde había estado el altar, pero el tiempo en que el continuo = tamid, fue quitado corresponde con el tiempo del cuerno pequeño en Daniel 8. Aunque las profecías no siempre son lineales, vemos características lineales claras en Daniel 8 donde Daniel ve la historia evolucionando desde el carnero en el versículo 3, pasando por el macho de cabrío en el versículo 5 hasta el cuerno pequeño en el versículo 9, y es este cuerno pequeño el que quita el continuo sacrificio. Y es precisamente el cuerno pequeño, que es una imagen del papado, lo que más ocupa a Daniel, así como la mujer en Apocalipsis 17 ocupa más a Juan en las visiones que él ve. El momento en que se quita el continuo o tamid <sacrificio> corresponde, por tanto, al papado, y el momento en que el cuerno pequeño está a punto de crecer extremadamente grande. Es el momento en que el obispo de Roma tomó el poder sobre Roma y se proclamó de ser la cabeza de la Iglesia. Se introdujo la penitencia obligatoria (tarifa de penitencia), y ahora comenzó el culto de María, de los santos, de las reliquias y al Papa. La tarifa de penitencia, sin embargo, es solo uno de los varios incidentes cubiertos por el término la prevaricación asoladora» La palabra que aquí ha sido traducida a prevariciación se usa en el Antiguo Testamento para describir la idolatría (ver 2 Reyes 23,13 e Isaías 44,19).
¿Quién está detrás de lo que está pasando?
No es ningún secreto que es el Imperio Romano lo que está detrás de la mayor parte de lo que está sucediendo en este período, y hay muchas pistas en la Biblia para afirmar que es el Imperio Romano lo que está detrás de lo que está sucediendo. Encontramos parte de esto en estos textos. Daniel 7,8; 7,20; 7,23; 7,24; 7,25; 8,11; 8,12; 8,23; 8,25; 11,16; 11,31; 11,36; 11,41; Apocalipsis 13,1; 17,3; 19,19.
La respuesta a esta pregunta sobre quién está detrás de lo que está sucediendo en este período se puede encontrar en lo que hemos visto anteriormente, y especialmente en Daniel 8,9. Este versículo se refiere a todos los demás versículos mencionados anteriormente. Y del uno de ellos salió un cuerno pequeño, el cual creció mucho al mediodía, y al oriente, y hacia la tierra deseable.
El cuerno pequeño encontramos, como vemos arriba, en varios lugares en el libro de Daniel y en Apocalipsis, y juntos estos versículos nos dan una imagen complementaria de quién es el personaje principal, aunque el Imperio Romano no se menciona directamente con palabras. A pesar de que estos versículos utilizan diferentes expresiones cuando se habla del cuerno pequeño, todos estos versículos apuntan al mismo poder: el Imperio Romano. Además de ser llamado un cuerno pequeño (Daniel 8,9), la siguiente expresión se usa para este poder
Otro cuerno pequeño; Daniel 7,8
Del otro; (en el sentido del cuerno pequeño); Daniel 7,20
Cuarto reino; Daniel 2,40; 7,23
Otro; (señalando a los reyes en el mismo verso); Daniel 7,24
Él, su; (señala al rey y al cuerno); Daniel 7,25; 8,11; 8,12; 8,25
Un rey; Daniel 8,23
Este cuerno pequeño, el cuarto reino, o él, es el personaje principal de esta parte de la profecía, y la cabeza detrás de lo que sucederá, y como sabemos se describe en Daniel 8,11.13-14.
En Daniel 11,21-22 encontramos las siguientes declaraciones:
21 Le sucederá en su lugar un hombre vil (más correcto es despreciado), al cual no se ha dado el esplendor del reino. Habiendo tranquilidad, vendrá y tomará el reino con intrigas. 22 Y las fuerzas serán completamente arrasadas y quebrantadas delante de él, inclusive el príncipe del pacto.
Estos versículos se refieren al versículo 15 del mismo capítulo, que muestra la transición del tercer reino, Grecia, al cuarto reino de Roma. Fue la Roma militar-político la que conquistó Grecia y se convirtió en la potencia líder mundial. Encontramos esto en Daniel 2: piernas de hierro, Daniel 7: una cuarta bestia, terrible y espantosa, fuerte en gran manera, y en Daniel 8: un cuerno pequeño.
Esto encaja bien en este escenario que tenemos. Aquí está una vez más un rey que hará lo que le plazca. A este rey no le importa lo que Dios quiere, sino que quiere ser visto como Dios mismo.
Pero, ¿qué hay en la expresión vil o un despreciado?
Muchos también ponen al vil/despreciado en relación con Antíoco IV Epífanes, pero está mal. Aunque fue vil/despreciado por los judíos, no fue más que un paréntesis en la historia. Además, Jesús se estaba refiriendo a un evento futuro cuando habló de los eventos que muchos asociarían con Antíoco IV Epífanes.
En los primeros días del cristianismo, los que se llamaban a sí mismos cristianos eran despreciados por la gente en gran parte del Imperio Romano, también en Roma cuando finalmente se establecieron allí, porque principalmente hacían como judíos y guardaban el séptimo día de la semana, el sábado – nuestro sábado, como su día santo, y como un resultado de esto no observaron el día del sol, y tampoco adoraron a los dios del sol, como lo hizo el resto del mundo. Esta es la razón principal por la que los cristianos eran una secta despreciada, junto con el hecho de que el líder de la iglesia cristiana en Roma, el obispo, al menos al principio, y fue sin ningún tipo de honor dado a un reino o un rey.
Al final, el obispo de Roma, con astucia, logra usurpar tanto el lugar que tenía el emperador romano como el título que tenía. Por tanto, con astucia, el obispo de Roma logró apoderarse del reino. Uno que era despreciado, el obispo de Roma, ahora había usurpado la posición y el poder que el muy estimado emperador había ocupado anteriormente. La profecía dice (Daniel 11,21) Y sucederá en su lugar un vil, al cual no darán la honra del reino: vendrá empero con paz, y tomará el reino con halagos, y eso fue exactamente lo que sucedió.
Como curiosidad, puedo mencionar que los emperadores romanos eventualmente exigieron y dejaron ser adorados como dioses. Me pregunto si no vemos algo parecido con el emperador de nuestro tiempo.