Daniel capítulo 8; La segunda gran visión de Daniel:
La visión de un carnero, un macho de cabrío y un cuerno pequeño
Este capítulo nos lleva a la siguiente expansión y elaboración de la profecía. Aunque Babilonia todavía existe, Babilonia se ha omitido de la profecía, y esto se debe a que Babilonia ha desempeñado su papel y pronto será conquistada por Medo-Persia. Por lo tanto, la profecía de Daniel nos lleva directamente al Imperio Medo-Persa, no a Babilonia como en capítulo 2 y capítulo 7.
Primero Daniel ve dos bestias, un carnero que es Medo-Persia y un macho de cabrío que es Grecia. Luego Daniel ve que el macho de cabrío cambia de carácter. El macho de cabrío, Grecia, se divide en cuatro reinos, pero sigue siendo el mismo macho de cabrío y el mismo reino. Vemos esto en el hecho de que el macho de cabrío primero tenía un cuerno grande que fue quebrado y que cuatro nuevos cuernos grandes aparecieron en lugar del grande que fue quebrado. Como dije, no hay ningún cambio que pasa con el macho de cabrío, no hay nuevos reinos que aparecen en lugar de él, solo cambia de carácter. Daniel ve que cuatro cuernos maravillosas aparecen en el macho de cabrío hacia los cuatro vientos del cielo, es decir, hacia las cuatro vientos del cielo. Es de uno de los cuatro vientos (direcciones del cielo) que el cuerno pequeño emerge. No es de uno de los cuatro cuernos que muchos creen, porque entonces habría un nuevo reino.
En contraste con los capítulos 2 y 7, donde vemos ambas fases del Imperio Romano, tanto la fase militar-política como la fase religiosa-política, vemos aquí en el capítulo 8 que la profecía va directamente al cuerno pequeño. El cuerno pequeño aquí en el capítulo 8 versículo 9 es el mismo cuerno pequeño que vemos en el capítulo 7 versículo 8, donde riene ojos como ojos de hombre, y una boca que hablaba grandezas. En otras palabras, la profecía del capítulo 8 se salta la fase militar-política y nos lleva directamente a la fase religiosa-política, y ahora absolutamente todo el enfoque está en el cuerno pequeño. Y esto es exactamente lo que es esencial para como entendemos el cuarto reino
Mientras el reino de hierro en Daniel 2 sea el Imperio Romano y veamos un cambio del Imperio Romano a través de los pies mezclados con hierro y barro cocido, y mientras la espantosa y terrible, y en grande manera fuerte bestia en Daniel 7 sea el Imperio Romano y veamos el mismo cambio en este capítulo por esta bestia cambia cuando el cuerno pequeño se hace visible, entonces el cuerno pequeño que aparece en Daniel capítulo 8 también debe representar al Imperio Romano porque el cuerno pequeño corresponde a la mezcla de hierro y barro cocido en el capítulo 2 y el cuerno pequeño en el capítulo 7.
Son muchos que durante los últimos 150 años han explicado el cuerno pequeño que aparece en el capítulo 8 versículo 9, donde dice del uno de ellos salió un cuerno pequeño … … que este cuerno pequeño viene de uno de los cuatro cuernos en el versículo 8. Esto está mal, muy mal, porque la frase del uno de ellos apunta a los cuatro vientos del cielo en el versículo 8, no a cuatro maravillosas (cuernos). Debemos asumir que el libro de Daniel es un libro armonioso y homogéneo como el resto de la Biblia, y que toda la parte profética del libro de Daniel trata de los mismos reinos en el mismo orden.
No obstante, debería ser así que el cuerno pequeño sale de uno de los cuatro cuernos en el versículo 8, que son los cuatro reinos griegos, este simplemente significa que el cuerno pequeño no es un nuevo reino, sino solo un cambio de un de los cuatro reinos griegos, y luego podría ser cualquiera de todos los reyes que gobernaron estos reinos. Lo que sucede entonces es que la conexión entre los capítulos 2 y 7, por un lado, y el capítulo 8, por otro lado, se destruye de manera dramática. Luego pasamos al dispensacionalismo, y obtenemos el resultado de que el cuerno pequeño es Antíoco IV Epífanes, y la armonía tanto en el libro de Daniel como en la Biblia se rompe y todo se derrumba como un castillo de naipes.
Este cuerno se engrandeciese, aun contra el Príncipe de la fortaleza. Como en capítulo 2 y capítulo 7, todo termina con una escena de juicio, pero aquí obtenemos nueva información; todo se pone en un marco de tiempo. ¡sabremos cuando comience el juicio*!
El ángel dice que pasarán 2300 días antes el santuario será purificado. El final de esta profecía inicia el tiempo del fin, y luego también comienza el juicio investigador*. Luego, el ángel Gabriel le explica la visión a Daniel. Pero Daniel concluye el capítulo diciendo: Y yo Daniel fui quebrantado, y estuve enfermo algunos días: y cuando convalecí, hice el negocio del rey; más estaba espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiese.
Daniel se enfermó por lo que había visto, porque no comprendió el alcance de esta visión.
* El juicio investigador es un principio que Dios mismo ha incluido en la Biblia. Lo encontramos en varios lugares, entre ellos en Génesis 11,5 donde el Señor desciende a Babel (Babilonia) para examinar lo que la gente está haciendo, y en Génesis 18,20-21 donde el Señor examina las condiciones en Sodoma y Gomorra.
Versículo 1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar, me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. Versículo 2 Vi en visión, (y aconteció cuando vi, que yo estaba en Susa*, que es cabecera del reino en la provincia de Persia;) vi pues en visión, estando junto al río Ulai,
Estamos ahora en el tercer año del reinado de Belsasar, o en el año 547 a. C. y Daniel obtiene una nueva visión. La diferencia entre esta visión y la anterior que tuvo y el sueño de Nabucodonosor es que entramos en la historia con la otra bestia.
* Susa, o Shushan, era una ciudad ubicada aproximadamente 230 km al este del río Tigris, en lo que hoy es la provincia de Juzestán en Irán.
Versículo 3 Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos: y aunque eran altos, el uno era más alto que el otro; y el más alto subió a la postre. Versículo 4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al mediodía, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su mano: y hacía conforme a su voluntad, y engrandecías.
Como en su primera visión en el capítulo 7, Daniel ve algunos bestias peleando entre ellos. Las bestias en esta visión tienen similitudes muy claras con las bestias en la primera visión que tuvo Daniel. Es cierto que entramos en la historia en un momento posterior a lo que hicimos en el capítulo 7, y la primera bestia en el capítulo 7 es, como se mencionó, omitido, por lo que vamos directamente a la segunda bestia. Si miramos cómo se veía el oso, la segunda bestia del capítulo 7, era más alto de un lado que del otro, porque se puso a un lado. Aquí tenemos un carnero que tiene dos cuernos, donde uno es más largo que el otro. Las bestias tienen el mismo sesgo, por lo que vemos que estamos hablando del mismo reino. Qué reino representan este carnero y el oso en el capítulo 7, lo conoceremos un poco más adelante en este capítulo. Vemos aquí cómo este carnero conquista el mundo entero. Nadie puede oponerse a su poder, ni siquiera la gran y orgullosa Babilonia. Pero como hemos visto tanto en el capítulo 2 como en el capítulo 7, la historia no termina con esta bestia, que es la segunda bestia en la cronología del capítulo 7, habrá dos reinos más que conquistarán el mundo.
Versículo 5 Y estando yo considerando, he aquí un macho de cabrío venía de la parte del poniente sobre la haz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra: y tenía aquel macho de cabrío un cuerno notable entre sus ojos: Versículo 6 Y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual había yo visto que estaba delante del río, y corrió contra él con la ira de su fortaleza. Versículo 7 Vi que llegó al carnero y se enfureció contra él; lo golpeó y quebró sus dos cuernos, pues el carnero no tenía fuerzas para quedar en pie delante de él. Por tanto, lo derribó a tierra y lo pisoteó. No hubo quien librase al carnero de su poder.
De la misma manera que la historia del mundo se desarrolla tanto en el capítulo 2 como en el capítulo 7, también se desarrolla la historia aquí, y el tercer reino entra la escena aquí también, esta vez en la forma de un macho de cabro con un cuerno. Muy rápidamente, sin tocar la tierra, este reino derrota al reino anterior, además de conquistar nuevos territorios. Esta macho de cabro conquistado todo el mundo conocido, hasta la India en solo 12 años.
Versículo 8 Entonces el macho cabrío se engrandeció sobremanera; y estando en su mayor poderío, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar crecieron otros cuatro cuernos muy visibles, hacia los cuatro vientos del cielo.
Poco después de que el carnero ha sido derrotado por el macho de cabro y el macho de cabro ha conquistado todo el mundo, el cuerno grande fue quebrado y en su lado aparecen cuatro cuernos muy visibles, pero un poco más pequeños que el cuerno grande. Esto significa que el próximo reino primero tuve un líder grande y poderoso, luego este reino se divide en cuatro partes que eventualmente comienzan a luchar entre sí. Como hubo similitudes entre el oso y el carnero, también hay similitudes entre los bestias posteriores en el capítulo 7 y el capítulo 8. En el capítulo 7 hay un leopardo con cuatro alas, mientras que aquí hay un macho de cabro con un cuerno que fue quebrado y forma cuatro cuernos nuevos. A quién representan el leopardo y la cabra, también lo encontramos más abajo.
Tanto en el capítulo 2 como en el capítulo 7 se nos lleva a la cuarta bestia, una bestia que a Daniel es imposible describir, porque es tan indescriptible y horrible que no es similar ni comparable a ninguna bestia en todo el mundo. Aprendemos que esta bestia es un imperio mundial, es decir, un poder militar-político, que gradualmente cambia de carácter, y del capítulo 7 entendemos que será un imperio religioso-político. Aquí, en el Capítulo 8, se omite la fase militar-político de esta bestia, y nos lanzamos directamente a la fase religioso-político.
Versículo 9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño que creció mucho hacia el sur, hacia el este y hacia la tierra gloriosa, (RV Actualisada 1989).
Este es un versículo difícil y contiene mucha información. Estamos en el tiempo después de que el cuarto reino haya tomado el poder y sea el poder mundial. Por lo tanto, primero debemos averiguar qué se entiende por la tierra gloriosa. El contexto aquí deja muy claro que la expresión la tierra gloriosa es una imagen del pueblo de Dios. Que él, que es el cuerno pequeño o el papa en Daniel, entrará en la tierra gloriosa, o el pueblo de Dios, significa por lo tanto que las falsas enseñanzas de la iglesia caída se infiltrarán incluso entre los escogidos de Dios en los últimos tiempos.
La otra cosa que puede ser de interés, es dónde se ubica geográficamente el cuerno pequeño. Dado que crecerá grande tanto hacia el sur como hacia el este, podemos suponer que la ubicación geográfica del cuerno pequeño está en el norte (y oeste). Los diez cuernos que dieron origen al cuerno pequeño son la Europa de hoy, y Europa está ubicada al norte y al oeste de Jerusalén, lo que era natural para Daniel a establecer como punto de partida para nombres geográficos (véase Daniel 6,11).
Versículo 10 Se engrandeció hasta el ejército del cielo; y echó por tierra parte del ejército y de las estrellas, y las pisoteó. Versículo 11 Se engrandeció contra el Jefe del ejército. Por él fue quitado el sacrificio continuo, y el lugar de su santuario fue derribado. Versículo 12 Por medio de la rebelión le fue entregado el ejército junto con el sacrificio continuo, y él echó por tierra la verdad; hizo cuanto quiso y fue prosperado.
Aquí vemos el surgimiento de este poder religioso-político, y cómo se exalta. El cuerno pequeño tiene un movimiento vertical y un movimiento horizontal. El movimiento vertical describe la parte religiosa del cuerno pequeño, mientras que el movimiento horizontal describe la parte política de este cuerno, que es un poder religioso-político. Que el cuerno crece hacia al mediodia (sur), y al oriente y hacia la tierra glorioso (versículo 9) debe entenderse por lo tanto desde la fase religioso-político de la cuarta bestia. Este poder no tiene respeto por el pueblo de Dios, pero usa su poder e influencia para oprimir, e incluso matar a los santos de Dios, el movimiento horizontal, y se exalta ante Dios tan alto como el Príncipe de los ejércitos en el versículo 11, llamándose a sí mismo Vicario Filii Dei y dios en la tierra, el movimiento vertical. Este poder hará lo que le plazca y permanecerá como un poder mundial de una forma u otra hasta la segunda venida de Jesús.
El continuo sacrificio en Daniel 8 y los versículos 11, 12 y 13, y en Daniel 11,31; 12,11, se traduce de la palabra hebrea tamid que se usa tanto como adverbio como adjetivo, y está vinculada a muchos conceptos como: trabajo duradero (Ezequiel 39,14), mantenimiento permanente (2 Samuel 9,7-14), dolor persistente (Salmo 38,17), esperanza persistente (Salmo 71,14), provocación persistente (Isaías 65,3).
En un contexto religioso como en el templo: los panes de la proposición, en hebreo læhæm hatamid que traducido directamente significa el pan continuamente (Números 4,7), las lámparas que arderá continuamente (Éxodo 27,20), El fuego arder permanentemente en el altar (Levítico 6,6), el holocausto que se ofrecería diariamente – holocausto continuo (Números 28,3), el incienso que se ofrecería por la mañana y al anochecer – una ofrenda de humo continua (Éxodo 30,7-8).
La palabra tamid en sí misma no significa diario, sino persistente, regular, continuo y continuidad, y aparece 103 veces en el Antiguo Testamento. De las 103 apariciones de tamid, sólo se han traducido diariamente de seis a seis veces, Números 4,16; Daniel 8,11.12.13; 11,31; 12,11. En el Talmud, cuando la palabra tamid se usa independientemente como aquí, la palabra siempre y sin excepción apunta al sacrificio continuo.
Hay muchas interpretaciones de lo que tamid realmente es, pero hay tres interpretaciones que han recibido mayor apoyo que las otras. Estos son que tamid se refiere …
1)… al continuo sacrificio en el templo de Jerusalén.
2)… al paganismo (Daniel 11,31; 12,11; Mateo 24,15; Marcos 13,14) la abominación desoladora).
3) … al ministerio sumo sacerdotal de Jesús en el santuario celestial, y que la abolición del sacrificio continuo (tamid) corresponde al sistema vicario del papado impuesto a los miembros de la iglesia a expensas del ministerio mediador de Jesucristo.
Es relativamente claro que es la tercera alternativa que armoniza con la historia.
Versículo 13 Entonces oí a un santo que hablaba, y otro de los santos preguntó al que hablaba: – ¿Hasta cuándo será sólo visión el sacrificio continuo y durará la rebelión desoladora, y serán pisoteados el santuario y el ejército? Versículo 14 Y él le respondió: – Hasta 2.300 tardes y mañanas. Luego el santuario será restaurado.
Aquí se habla de dos santos hablando juntos, y podemos suponer que el que pregunta hasta cuándo será sólo visión … … es el ángel Gabriel (véase versículo 16). El otro, encuestado, que podemos ver en el versículo 16 puede ser Jesús. Independientemente, la voz le dice a Daniel que la opresión del pueblo de Dios, en todas sus formas, durará mucho, mucho tiempo, y esto es lo importante en este sentido, no quién que dice qué. Las dos mil trescientas tardes y mañanas son la profecía de tiempo más larga, y cuando este tiempo termina, termina lo que se llama tiempo profético y entramos en el tiempo del fin.
Cuando lleguemos al tiempo del fin, se dice que Dios limpiará el santuario de los pecados que han profanado el templo celestial, y el ángel que viene a Daniel con la profecía da una perspectiva temporal de cuánto tiempo pasará antes de que comience la purificación. Al final de las dos mil trescientas tardes y mañanas, Dios levantará un pueblo que no será pisoteado por enseñanzas paganas, y que honrará a Dios y a Jesús donde estén, en el más santo en el templo celestial, donde Jesús ahora limpia el santuario de toda inmundicia.
Versículo 15 Sucedió que estando yo, Daniel, meditando en la visión y procurando entenderla, he aquí que alguien semejante a un hombre se puso de pie delante de mí. Versículo 16 Entonces oí una voz de hombre en medio del río Ulai, que gritó diciendo: – ¡Gabriel, explica a ése la visión! Versículo 17 Luego vino cerca de donde yo estaba. Y cuando llegó, me atemoricé y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: – Comprende, hijo de hombre, porque la visión tiene que ver con el tiempo del fin. 1 Versículo 18 8 Mientras él hablaba conmigo, caí adormecido en tierra, sobre mi rostro. Pero él me tocó y me puso en pie, Versículo 19 y me dijo: – He aquí que yo te mostraré lo que ha de venir al final de la indignación, porque el final será en el tiempo señalado. Versículo 20 En cuanto al carnero que has visto, que tenía cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. Versículo 21 El macho cabrío es el rey de Grecia. Y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el primer rey. Versículo 22 El cuerno que ha sido quebrado, y en cuyo lugar han aparecido cuatro cuernos, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación; pero no con la fuerza de él.
El ángel Gabriel no dice que esta visión se aplique explícitamente al tiempo del fin, porque el tiempo del fin en este sentido no es el día de la segunda venida de Jesús, pero el término se usa en un sentido más amplio del tiempo del fin, y se aplica desde el fin del tiempo profético, que coincide con el dia en que Jesús entró en el lugar más santo en el templo celestial y hasta su segunda venida.
En la época del Antiguo Testamento, el templo se limpiaba una vez al año, en el día llamado en hebreo Yom Kippur, o el gran día de la expiación. Fue solo en este día, Yom Kipur, que se le permitió al sumo sacerdote entrar al lugar santísimo y luego limpiar el santuario de toda la inmundicia que había venido a través de las ofrendas por el pecado del pueblo hecha durante todo el año. Esta era una imagen del ministerio que Jesús iba a comenzar cuando el tiempo profético terminara y el tiempo del fin iba a comenzar.
En estos versículos Gabriel comienza a explicarle a Daniel qué significan las visiones que ha tenido, y se nos dice que los dos reinos que siguen a Babilonia son Medo-Persia y Grecia, y que el reino griego se dividirá en cuatro después la muerte del primer rey, Alejandro Magno. Incluso ahora hay solo una pequeña explicación de estos reinos, mientras que veremos que para el cuarto reino habrá una explicación más completa. Esto muestra que Dios quiere que dirijamos nuestra atención al cuarto reino para evitar ser seducidos por los dogmas de este reino.
Versículo 23 Al final del imperio de ellos, cuando los transgresores hayan llegado a su colmo, se levantará un rey de aspecto fiero y entendido en enigmas. Versículo 24 Su poder se incrementará, pero no por su propio poder. El causará gran ruina, y prosperará. Actuará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. Versículo 25 Con su sagacidad hará prosperar en sus manos el engaño, y su corazón se engrandecerá. Por sorpresa destruirá a muchos. Contra el Príncipe de los príncipes se levantará; pero será quebrantado, aunque no por mano humana. Versículo 26 La visión de la tarde y de la mañana, que ha sido declarada, es verídica. Guarda tú la visión, porque es para muchos días. Versículo 27 Yo, Daniel, perdí las fuerzas y estuve enfermo algunos días. Cuando me recuperé, atendí los negocios del rey. Yo estaba asombrado por la visión, y no había quien la entendiese.
Como ya hemos visto, las visiones son cada vez más sobre el cuarto reino y sobre todo después de que ha cambiado de carácter. Que este reino tenga un gran poder, pero no por su propio poder, significa que hay otro poder que sostiene este reino. Entonces regresamos a uno de los puntos centrales de la Biblia, el conflicto entre el bien y el mal, el conflicto entre Jesucristo y Satanás. Es Satanás quien da poder a todas las bestias, pero lo vemos más claramente en relación con la cuarta bestia.
La mayor parte de lo que Daniel vio en sus visiones desde el tiempo de Daniel hasta el día de hoy, aparte de las partes que pertenecen al tiempo absoluto del fin y que aún no se han cumplido, hoy podemos confirmarlo con la ayuda de la historia. Afortunadamente, Dios un día aplastará este reino.
Tres veces el ángel le dice a Daniel que debe sellar el libro. Además de ser mencionado aquí en el versículo 26, también se menciona dos veces en el capítulo 12. En el versículo 4 que el ángel dice a Daniel que cierre las palabras hasta el tiempo del fin, y en el versículo 9 el ángel dice que estas cosas están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. La historia también puede confirmar esto a través del hecho de que casi nadie intentaría, siquiera entender el libro de Daniel hasta que hubiéramos entrado en el período de transición entre el tiempo profético y el tiempo del fin. No es extraño que Daniel se maraville de lo que ha visto, pero afortunadamente hay un Dios en el cielo que quiere que su pueblo sea consciente de lo que nos traerá el tiempo que nos espera, sin importar en qué edad vivamos. En el versículo 25 también encontramos una pista, sin mano será quebrantado, que nos lleva de nuevo a capítulo 2 y los versículos 34 y 45 y la piedra que fue cortada, pero no con mano.
Ahora hemos pasado por tres de las cuatro grandes profecías del libro de Daniel, y vemos que están de acuerdo. Todos cuentan la misma historia, y en resumen, habrá cuatro reinos en la tierra, desde el tiempo de Daniel hasta la segunda venida de Jesús, que tendrá un efecto devastador en el pueblo fiel de Dios. Se suceden unos a otros y no dan ninguna apertura a otros reinos en la parte del mundo que se refiere al libro de Daniel, que es donde vivía el pueblo de Dios en el tiempo de Daniel, y donde vive hacia el fin. Después de cierto evento, el pueblo de Dios se extendió a todas partes del mundo, pero, como se mencionó, cuando esto pasa nos acercamos a la transición del tiempo profético al tiempo del fin.
Cuando un reino es conquistado por un nuevo, el paganismo y las tradiciones humanas en la vida religiosa se acumulan en el nuevo reino. Esto sucede cada vez. Encontramos evidencia de esto en Apocalipsis 13 donde Juan ve los mismos reinos, solo que en el orden inverso. Esto también nos dice que es importante que usemos el principio contemporáneo al interpretar las profecías. Daniel ve cómo la historia se desarrolla desde su contemporáneo y hacia el final. Juan también ve la historia de su contemporáneo, y cuando se trata de los cuatro reinos que Daniel ve en este orden, león, oso, leopardo y una bestia indescriptible, Juan los ve de esta manera; Primero la bestia de siete cabezas y diez cuernos (una bestia indescriptible) que era como un leopardo, con pies como un oso y con una boca como un león.
Entonces vemos que las profecías de Daniel tienen un paralelo en Apocalipsis, y que estos dos libros hablan el mismo idioma. También vemos que es el cuarto reino que recibe la mayor atención en el libro de Daniel también recibe toda la atención en las partes de Apocalipsis que tratan el mismo tema. Probablemente haya varias razones para esto, pero la razón principal es que este reino se ponte en contra de Dios y suprimirá a su fiel remanente, y lo hará durante un periodo muy largo, al que volveremos más adelante.
Ya le hemos puesto una etiqueta al cuerno pequeño. Llamamos al cuerno pequeño el cuarto reino, y decimos que es el Imperio Romano. Este reino cambia de carácter. Primero es un reino militar-político, y se convierte en un reino religioso-político (8,10; 8,11). Que el cuarto reino cambia carácter, lo vemos más claro en el capítulo 7. Este reino también será diferente de los otros reinos (Dan 7,7; 7,19; 7,23; 7,24). En el Capítulo 8, más o menos todo el enfoque está en el cuarto reino cambiado: la fase religioso-política. El capítulo 2 habla de los pies y los dedos de los pies, que son parte o una extensión de las piernas, que son una mezcla de hierro y barro cocido. Este es el cambio descrito en el capítulo 2. En el capítulo 7 se dice que aparece otro cuerno, un cuerno pequeño, entre los diez cuernos en la cabeza del cuarto reino.
En el capítulo 8 nos llevan directamente al cuerno pequeño. Está claro en los capítulos 2 y 7 que no hay un nuevo reino que surja después del cuarto reino, por lo tanto, es solo una cuestión de un cambio externo y cosmético que ha tenido lugar. En el interior, el cuarto imperio sigue siendo el Imperio Romano. Acabamos de ir a las 2300 tardes y mañanas. Más después profundizaremos en esta profecía por varias razones. Primero porque esta profecía es parte de lo que hemos visto, segundo porque es la profecía de tiempo más largo en la Biblia sin importar cómo calculemos este tiempo.
Resumen Daniel 2; 7 y 8.
Cuando Judea y Jerusalén fue conquistado en el año 605 a. C. Dios usó a un rey pagano para castigar a su pueblo, y llama a Nabucodonosor rey de reyes (con r minúscula). En comparación, a Jesús se le llama Rey de reyes (con una R mayúscula). Nabucodonosor fue la primera persona en el libro de Daniel a recibir una revelación que dice lo que pasará en el futuro (capítulo 2). Soñó con una estatua formada por cuatro metales diferentes, una cabeza de oro, pechos y brazos de plata, vientre y muslos de metal, piernas de hierro y pies en parte de hierro y en parte de barro cocido. Debemos considerar esta estatua como la profecía principal, y se trata de historia del pueblo de Dios desde el 604 a. C. y a la segunda venida de Jesús. Todas las demás profecías que abordan este tema deben relacionarse con esta profecía y no ir más allá de este marco.
No dice nada de que Nabucodonosor no recordara el sueño, pero es seguro que no entendió el significado del mismo. Con esto le ayuda Daniel, y Daniel explica que hay cuatro grandes reinos, representados por los cuatro metales, que dominarán el mundo desde la época de Daniel hasta el regreso de Jesús, y que se suceden sin interferencia de otros reinos o naciones. Más tarde Daniel ve que estos reinos perseguirán y oprimirán al pueblo de Dios. Daniel dice a Nabucodonosor que él es la cabeza de oro, y dado que el rey representa su reino, significa que Babilonia es el reino de oro (Daniel 2,38). Después de Babilonia habrá tres otros reinos, y el último de estos reinos será un poder dominante hasta que Jesús regrese. Leemos en el versículo 44: Y en los días de estos reyes, que son los dedos de los pies y que son una continuación del cuarto reino, que es el reino de hierro, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido … Más tarde Daniel tiene varias visiones del futuro que profundizan y explican el sueño de Nabucodonosor. Daniel 7 cuenta la misma historia, pero usa otros símbolos, y proporciona información adicional a la profecía de Daniel 2. Daniel 8 omite a Babilonia, pero por lo demás se dice lo mismo en este capítulo que en los capítulos 2 y 7, y el capítulo 8 complementa estos dos las profecías. En este capítulo conoceremos cuáles son los dos reinos siguientes, Medo-Persia, que es el reino de plata y Grecia, que es el reino de metal.
¿Cuáles son los eventos que nos interesan en estos tres capítulos?
Daniel 2 habla de cuatro reinos por venir, de los cuales el cuarto reino es el más fuerte, versículo 40, y que existirá de una forma u otra hasta el regreso de Jesús, versículo 44. Eso es principalmente lo que nos dice el capítulo 2.
Daniel 7 elabora esta profecía, pero comienza contando acerca de cuatro bestias que subían de la mar, un león – versículo 4, un oso – versículo 5, un leopardo – versículo 6, y en versículo 7 un monstruo de una bestia que Daniel no puede comparar con ningún animal vivo, tan terrible es. Esta bestia había diez cuernos, y eventualmente aparece un cuerno pequeño, versículos 7 y 8, y eso es este cuerno pequeño que durará hasta el regreso de Jesús.
Este capítulo nos brinda información sobre lo que deben hacer esta cuarta bestia y el cuerno pequeño, y sus características.
- Versículo 7 una cuarta bestia terrible y espantosa, fuerte en gran manera
- Versículo 7 devoraba y desmenuzaba y pisoteaba las sobras con sus pies
- Versículo 7 era muy diferente de todas las bestias que habían aparecido antes de ella
- Versículo 7 tenía diez cuernos
- Versículo 8 uno pequeño, crecía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres de los cuernos anteriores
- Versículo 8 en este cuerno había ojos, como ojos de hombre, y una boca que hablaba arrogancias
- Versículo 11 la bestia fue muerta, y su cuerpo fue destrozado y entregado a las llamas del fuego*
- Versículo 19 terrible en gran manera con sus dientes de hierro y sus garras de bronce
- Versículo 19 devoraba, desmenuzaba y pisoteaba las sobras con sus pies
- Versículo 20 tenía ojos y una boca que hablaba arrogancias, y parecía ser más grande que sus compañeros
- Versículo 21 este cuerno hacía guerra contra los santos y los vencía
- Versículo 24 de aquel reino se levantarán diez reyes
- Versículo 25 hablará palabras contra el Altísimo y oprimirá a los santos del Altísimo
- Versículo 25 Intentará cambiar las festividades y la ley
- Versículo 25 en su mano serán entregadas durante un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo
* En comparación, el versículo 12 dice que a los otros bestias les quitaron su dominio. Esto muestra que Babilonia fue conquistada por Medo-Persia, Medo-Persia fue conquistada por Grecia, Grecia fue conquistada por el Imperio Romano, pero el Imperio Romano nunca será conquistado, existirá hasta el regreso de Jesús.
Daniel 8 continúa desarrollando la profecía y proporciona más información. Ahora, como ya se mencionó, Babilonia es omitido, y vamos directamente al segundo reino, que está representado aquí por un carnero, versículo 3, luego sigue un macho de cabro, versículo 5, y entonces la profecía va directamente al cuerno pequeño en el versículo 9 como vimos en el capítulo 7. Aquí también hay indicios de que el cuerno pequeño estará presente hasta el regreso de Jesús, versículo 25.
En este capítulo, la cuarta bestia se explica de la siguiente manera:
- Versículo 9 un cuerno pequeño que creció mucho
- Versículo 10 se engrandeció hasta el ejército del cielo
- Versículo 11 se engrandeció contra el Jefe del ejército
- Versículo 11 por él fue quitado el sacrificio continuo
- Versículo 11 el lugar de su santuario fue derribado
- Versículo 12 echó por tierra la verdad;
- Versículo 12 hizo cuanto quiso y fue prosperado.
- Versículo 23 levantará un rey de aspecto fiero y entendido en enigmas.
- Versículo 24 su poder se incrementará, pero no por su propio poder.
- Versículo 24 el causará gran ruina, y prosperará
- Versículo 24 destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos
- Versículo 25 con su sagacidad hará prosperar en sus manos el engaño
- Versículo 25 y su corazón se engrandecerá por sorpresa destruirá a muchos
- Versículo 25 contra el Príncipe de los príncipes se levantará
Los estragos del cuarto reino con el pueblo de Dios plantean una pregunta oportuna: ¿Hay alguna esperanza para el pueblo fiel de Dios?
En todos estos tres capítulos, la profecía es clara de que el cuarto reino existirá en la tierra de una forma u otra hasta el regreso de Jesús.
Daniel capítulo 2 dice: 34 … una piedra fue cortada, no con mano, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. … 35 … Mas la piedra que hirió a la imagen, fue hecha un gran monte, que hinchió toda la tierra. … 44 … Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá: y no será dejado a otro pueblo este reino; el cual desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y él permanecerá para siempre … 45 … De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, a la plata, y al oro,
Daniel capítulo 7 dice: «9 … fueron puestos unos tronos, y se sentó un Anciano de Días … 10 … Un río de fuego procedía y salía de delante de él. Miles de miles le servían, y millones de millones estaban de pie delante de él. El tribunal se sentó, y los libros fueron abiertos … 13 … he aquí que en las nubes del cielo venía alguien como un Hijo del Hombre. Llegó hasta el Anciano de Días, y le presentaron delante de él … 14 Entonces le fue dado el dominio, la majestad y la realeza. Todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su dominio es dominio eterno, que no se acabará; y su reino, uno que no será destruido … 27 Y la realeza, el dominio y la grandeza de los reinos debajo de todo el cielo serán dados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno, y todos los dominios le servirán y le obedecerán
Daniel capítulo 8 dice: 25 … será quebrantado, aunque no por mano humana.
Hay muchos que quieren dividir tanto uno o más de los reinos que hablan las profecías de Daniel. Creo que es inconsistente y contrario a cómo el mismo Daniel presenta estos reinos.
Si comenzamos con la estatua en el capítulo 2, los cuatro metales aparecen como cuatro reinos soberanos. El reino de oro – Babilonia, el reino de plata – Medo-Persia, el reino de metal – Grecia, y el reino de hierro – el Imperio Romano. Vemos en la profecía que el reino de oro es conquistado por el reino de plata, el reino de plata por el reino de metal y el reino de metal por el reino de hierro. El Imperio de Hierro, por otro lado, no es conquistado por ningún imperio nuevo. Sin embargo, vemos que el cuarto reino cambia de carácter porque los pies, que son parte de los huesos, se mezclan con barro cocido. El barro cocido no es un reino nuevo, sino una imagen del cambio del cuarto reino.
Nadie quiere dividir el Imperio Babilónico en dos o varios partes. Es un reino, ni más ni menos.
Cuando se trata de Medo-Persia, hay muchos que quieren dividir esto en dos reinos, y la razón de esto es que quieren forzar la profecía para que encaje en un punto de vista predeterminado: el dispensacionalismo. Es como intentar meter una sandía bien madura en una botella de refresco sin destruir ni la sandía ni la botella. No funciona. Es cierto que el Imperio Medo-Persa estaba formado por dos naciones, los Medos y los Persas, y el único cambio que tuvo lugar aquí, si podemos llamarlo un cambio, fue que la estructura de poder interno cambió de modo que el socio médico fue más fuerte bajo la primera parte del imperio, mientras que el socio persa fue más fuerte hacia el final. Esto se aclara en la profecía por la parcialidad tanto del oso como del carnero. El oso estaba levantado, más alto en un lado del cuerpo y los dos cuernos que tenía el carnero eran de diferentes longitudes.
Con respecto al Imperio griego, se admite que se dividió en cuatro después de la muerte de Alejandro Magno, pero todavía se considera Grecia en las profecías de Daniel. El reino de metal en el capítulo 2 sigue siendo el reino de metal, el leopardo en el capítulo 7 sigue siendo el leopardo y el macho de cabro en el capítulo 8 sigue siendo el macho de cabro, aunque el reino se dividió después la muerte de Alejandro Magno. Sobre el reino griego dividido, hay varios quien señala que el reino sirio, que fue uno de los cuatro reinos griegos después de Alejandro Magno, y hace de este reino el cuarto reino en la cronología del libro de Daniel, y por lo tanto logran terminar la profecía el el tiempo de Antíoco IV Epífanes.
Cuando se trata del cuarto reino, el Imperio Romano, que ha recibido la mayor atención, y que es el reino más importante para comprender, se han dado varias explicaciones. Una explicación es porque la estatua en Daniel 2 tiene dos piernas, los piernas simbolizan el Imperio Romano occidental y el Imperio Romano oriental. Esto teoría cae sobre su propia irracionalidad, ya que el Imperio Romano fue un imperio indiviso desde que conquistó los imperios griegos, que data del año 168 a. C. hasta que se dividió entre las tribus arias durante un período de 81 años desde 395 hasta 476. Por tanto, el Imperio Romano no se dividió hasta que el Imperio Romano comenzó a pasar de ser un factor de poder militar-político a convertirse en un factor de poder religioso-político.
Otros dividirán el Imperio Romano en dos y tres partes. Las dos partes se explican como 1) la Roma política y 2) la Roma religiosa. Las tres partes se explican como a) la Roma política, b) la Iglesia Católica y c) la Iglesia Católica resucitada después 1929.
Si uno va a dividir uno o más de estos cuatro reinos, pronto terminaremos con 11 reinos independientes diferentes donde la profecía solo hable de 4 reinos. Esto es inconsistente.
Los cuatro reinos y sus vidas son: Babilonia 605 – 539 a. C. Medo-Persia 539 – 331 a. C. Grecia 331-168 a. C. y el Imperio Romano 168 a. C. al regreso de Jesús.